Anexo IV. Una realidad

Referente a conocer si las acciones realizadas son buenas o malas a continuación se exponen un par de ejemplos.

Por ejemplo, en el tema sentimental, si después de cierto tiempo de casados se descubre que una persona ha sido infiel ¿qué pasará? Pues, pueden presentarse diversos casos siendo una de ellos el culpar a la otra persona, refiriéndome a su pareja, a que por su culpa se fue a los “brazos” de la otra persona debido a que no le daba la atención, la comprensión o el cariño que necesitaba; otro caso podría ser que él o la infiel mencione que la culpa es de la otra persona (refiriéndome a la o al amante en este caso) quien lo sedujo y cayó en sus “redes” o bien puede ser que simple y sencillamente ya no sentía nada por su pareja lo que lo orillo a buscar una nueva relación con tal persona a quien conocía hace tiempo, con quien se sentía bien y se le fue “metiendo” poco a poco… En los tres casos es claro que interviene un “alguien” a quien culpar en cierta forma por nuestras acciones.

El ser humano es especialista en buscar culpables y no aceptar los propios ERRORES como en el ejemplo anterior así como en muchos otros. Si bien, la persona que cometió la infidelidad sabía que la acción que estaba cometiendo era mala, por el hecho de conocer el daño emocional para con su pareja de descubrir la infidelidad y quizá hasta la misma “adrenalina” producto de lo “prohibido” era lo que le generaba el continuar con dicha infidelidad y no tanto el tema sexual, inclusive y hiendo más allá.

La acción en tiempo y espacio producto del deseo, llámese sexual, no puede justificar que desconocía el daño o las consecuencias que darían a lugar, en esos momentos ya no es un niño(a) aprendiendo que es lo bueno y que es lo malo. Por lo tanto sabía en este caso que sus acciones eran malas.

Ahora bien, este movimiento de pieza dentro del tablero a su vez, y como se mencionó con anterioridad, afecta no solamente a la persona quien fue infiel sino que a su pareja, a sus hijos (de tenerlos) y a la o al mismo amante para empezar, en sí a su entorno, lo cual conducirá de esta manera a que cada una de las piezas involucradas se encuentre forzada a tomar una acción de su propia pieza en el tablero.

De tal forma que, si la pareja ya se había percatado o presentía de alguna u otra manera de la posible infidelidad tiempo atrás ¿qué hizo?, ¿qué acciones tomó al respecto?, ¿por qué se esperó hasta el punto de ser lastimada para tomar una acción?, ¿lo sabía pero no quería aceptarlo? O bien ¿realmente no tenía ni la más mínima idea?, ¿conocía realmente a su pareja? La pregunta obligada es...

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... En este caso las acciones o inacciones (más bien dicho) tuvieron consecuencias negativas para la propia persona, quizá por el hecho de tratar de “salvar” su matrimonio, su relación sentimental, no lo considere que hizo mal, pero desde su punto de vista, dado que esto nos hace ver que cuando las señales se manifiestan es un indicativo que se deben acatar, tomar acciones ¿para qué esperar a lo inminente?, ¿para qué defender lo indefendible? Las aves nunca podrán modificar ni enfrentar al frío invierno cuando se manifiestan las señales de su llegada es mejor emigrar dado que mientras más tarden en hacerlo implica más riesgo de morir en él tarde o temprano...

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Libro como hojas en el viento en la luz y en la oscuridad






Mauricio g Borrego
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